Lunes 25 de abril de 2011.
Mientras distinguidos oficiales, y también uniformados de menor rango, que debieron enfrentar al terrorismo marxista, purgan condenas ilegales en distintos penales, y cuando solicitan las libertades a que tienen derecho ven que les son denegadas con el argumento de que ellos "son un peligro para la sociedad", 13 de los 17 terroristas del sur que atentaron contra un fiscal, cuyo vehículo recibió más de 300 impactos de escopeta, fueron absueltos y dejados en libertad.
El abogado Marcelo Elissalde, que se preocupa de estos temas, ha hecho ver que recientemente estos liberados han incendiado la casa de un "testigo protegido", cuyo testimonio permitió la condena de los cuatro terroristas por aquellos hechos. Además de incendiar la morada, apuñalaron a la cónyuge del referido testigo.
Pero la justicia los dejó libres. Para ella, esos trece no representan "un peligro para la sociedad".
Ahora, nos informa el abogado Elissalde, los cuatro condenados no sólo han presentado un recurso de nulidad del juicio, sino que han iniciado una "huelga de hambre líquida". El año pasado hicieron otra huelga de hambre, que "ablandó" al Gobierno y consiguió la no aplicación de la Ley Antiterrorista.
El flamante presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, el comunista Hugo Gutiérrez, que desde antiguo ha defendido a terroristas de extrema izquierda, ha tomado en sus manos ahora la defensa de los que cometen atentados en el sur. Gutiérrez debe su diputación a la DC, que le cedió un cupo, aparte de otros dos que permitieron llegar a la Cámara a un total de tres parlamentarios rojos, hoy protectores del terrorismo. Dichos parlamentarios fueron recibidos en La Moneda por el Presidente Piñera, que posó sonriente junto a ellos, según las fotografías publicadas en la prensa.
En juicios contra uniformados, en cambio, sí se les ha aplicado, en varios casos, la Ley Antiterrorista en su contra, para agravarles las condenas.
Este es un país muy peculiar: los terroristas no representan "un peligro para la sociedad", y quienes los han combatido, sí. Oficiales distinguidos, que en la vida normal nunca cometieron un delito, pero tuvieron el infortunio de ser asignados a combatir el terrorismo, están presos. En cambio, los que han hecho una profesión de cometer atentados, sólo excepcionalmente cumplen condena (cuatro de diecisiete imputados); tienen el privilegio de que se les apliquen las leyes más suaves y se dan el lujo de vengarse del testigo, supuestamente protegido, y no les sucede nada.
Y algunos sostienen que en Chile vivimos bajo un "estado de derecho".
Publicado por Hermógenes Perez de Arce
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