lunes, 27 de octubre de 2008

Renuncias por convicción de conciencia

Miércoles 13 de Febrero de 2008,Hermógenes Pérez de Arce.  Como sabemos, el país no vive bajo un "Estado de Derecho", pues, salvo excepciones, no se respetan las leyes. Sí vive bajo un "Estado de izquierda", en el cual todo se hace según le parece a ese sector. Pero ahora hasta la izquierda está en problemas, pues ha instituido una norma que, imprevistamente, se vuelve contra ella misma: la de la "convicción de conciencia" para demandar renuncias. Proclamada por el senador Escalona y aplicada por la Presidenta, un militar que en su juventud estuvo a 100 metros de un fusilamiento, aun siendo inocente debe renunciar al Ejército.

La izquierda está en problemas, pues ha instituido una norma que, imprevistamente, se vuelve contra ella misma: la de la "convicción de conciencia".


Entonces, los izquierdistas que estuvieron "cerca" de asesinatos terroristas, ¿deben también renunciar a sus funciones? El libro del socialista Luis Jerez nos informa que Escalona "hizo su opción por la lucha armada". ¿Debería renunciar? ¿Conoció, acaso, del asesinato en 1983 del intendente Carol Urzúa y dos acompañantes, obra del MIR? Los asesinos directos están libres en Europa, salvo uno que quebrantó el extrañamiento y volvió. Acá le dieron dos años remitidos, es decir, sin cárcel. Y los asesinos de cinco escoltas de Pinochet hoy están libres y felices. Miro la foto de su jefe, César Bunster, sonriente, conversando con Michelle Bachelet, Presidenta de Chile, también sonriente ("La Tercera", 30.09.06). Compárese con la cadena perpetua para los carabineros que mataron a tres jefes del FPMR, en 1986.

Ella, el año del atentado contra Pinochet, convivía con el vocero del FPMR, Alex Vojkovic, en cuya casa se hacían reuniones. ¿Estuvo a una distancia del delito como para crear "convicción de conciencia" de su responsabilidad?

Otros antecedentes la acentúan. En su biografía, obra de Andrea Insunza y Javier Ortega, se la describe trabajando en el MIR (pp. 95 y 102). Y César Quiroz, fundador del FPMR, con formación militar en Rumania, Cuba y la guerrilla de Nicaragua, declaraba a "El Mercurio" del 27.04.03: "Hoy muchos de nuestros compañeros participan en el Gobierno de la Concertación. La ministra de Defensa (Michelle Bachelet) es una de ellos. Ella fue una persona que, en su momento, asumió nuestra opción". Lo cual fue confirmado poco después por "encapuchados" del FPMR en conferencia de prensa ("El Mercurio", 19.06.03). Y por Rafael Pascual, prófugo en Barcelona, quien en "La Vanguardia" del 20.03.06 revela: "Asaltamos el centro de la inteligencia militar, en Santiago: 17 muertos constatados...". Capturado, se fugó: "Viví un año en la clandestinidad... En esos días conocí a Michelle Bachelet... Me compró un libro de Neruda, de los que yo vendía para sufragar el FPMR".

Mi opinión es que todo ello crea "convicción de conciencia". Debería renunciar, en la línea de la carta del ex comandante en jefe Juan Emilio Cheyre, que impetra una ley para impedir ser Presidente, ministro, parlamentario, embajador, subsecretario, intendente o jefe de servicio a quien, directa o indirectamente, hubiere, entre otras conductas, "empuñado las armas en la lucha armada", "propiciado, apoyado o participado en actos terroristas" o "pertenecido o sido parte activa de organizaciones nacionales o extranjeras que llevaron adelante o promovieron la subversión o la revolución en cualquiera de sus formas". Con tal ley, "el desalojo" sería masivo.

Por el momento y bajo el "Estado de izquierda", basta la doctrina Escalona-Bachelet. Si resta una brizna de coherencia, ambos deberían encabezar la lista de "renuncias por convicción de conciencia". 


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