viernes, 9 de mayo de 2008

Convención de Ginebra.

La CIDH.
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La convención de Ginebra:
Lo que esta en cuestión, es que convención alguna puede pasar por sobre las leyes de un país, ni menos los jueces pueden usar subterfugios para enjuiciar.

La ley de amnistía, no solo se aplicó sólo para los militares, esta favoreció a las dos partes, la prescripción lo mismo. Y la figura de daños de "lesa humanidad" no existen en estos casos, porque esta corresponde aplicarse a partir del Estatuto de Roma del 2002. "El Estatuto de Roma es el instrumento constitutivo de la Corte Penal Internacional. Fue adoptado en la ciudad de Roma, Italia, el 17 de julio de 1998, durante la "Conferencia Diplomática de plenipotenciarios de las Naciones Unidas sobre el establecimiento de una Corte Penal Internacional" (fuente:Wikipedia), y el cual Chile adhirió pero aún no hemos ratificado.



Claramente, los hechos sucedieron hace más de 22 años otros más de 30, los jueces estan fuera de la Ley.... y la izquierda no busca justicia, es solo peculio y venganza, las pruebas saltan a la vista, cuando se comprueba día a día el enriquecimiento de quienes patrocinan estos seudo juicios .

La CIDH. Comisión Interamericana de Derechos Humanos:

El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Enrique Tapia, señaló el 16 de octubre de 2006 que la resolución del tribunal que integra el sistema de la Organización de Estados Americanos "es solo una sugerencia y no una sentencia vinculante que pueda ser aplicada en forma inmediata en la legislación chilena" mientras el Parlamento no decida cambiar el decreto-ley 2.191, que consagró la amnistía.
Y esta claro que a esta altura de la historia una derogación de ese controvertido decreto-ley no puede tener efectos judiciales, ya que las leyes no son retroactivas si desfavorecen a los implicados, y sería solo un "gesto simbólico" en una "discusión artificial" propiciada por los izquierdistas que saben que esto no es posible jurídicamente, y que el único afán en todo esto no es otro que "el quebrar la ley", para demostrar poder, el peculio, y por supuesto el de " desviar la atención de temas contingentes y de interés nacional".

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